lunes, 4 de enero de 2010

Gracias por volver, no habría podido vivir un día más sin ti.
Gracias por entender que soy ser humano y tengo errores,
por eso te engañé..
Y ven amado... ven, tus ojos están llenos de miedo porque esto vuelva a suceder.
Ya verás que esta vez te amaré con el cuerpo, la mente y el corazón,
mi alma te entregaré.
Siento un gran dolor fuerte, aquí en el pecho por el remordimiento,
quizás sí es un tormento
de haberte engañado así.
Tú no te mereces sufrir, hombre divino, ángel del amor.
Una y otra vez le agradezco a Dios por tener aquí conmigo
a un ser tan divino, que haya podido soportar,
que haya podido perdonar
lo que yo nunca podría perdonar.
Pero verás que ya no sufrirás
porque
me di cuenta que eres el único que yo tengo que querer...